Título original: Sadako and the Thousand Paper Cranes
Autor: Eleanor Coerr
Ilustrado por Ronald Himler
Editorial: Puffin Modern Classics (Estados Unidos de América, 2004)
Versión en español publicado por Everest
80 páginas

La grulla de papel se convirtió en un reconocido símbolo de la paz a nivel mundial, a causa de la historia de Sadako Sasaki, del cual está basado el libro de Eleanor Coerr, Sadako y las mil grullas de papel.
La niña japonesa nació en 1943, dos años antes de la caída de la bomba atómica en Hiroshima ,y según su madre aprendió a correr antes de poder caminar. Algo de lo cuál no estaba equivocada. Sadako había sido seleccionada como parte del equipo escolar de atletismo y soñaba con ser la más veloz de la escuela. Al finalizar la primera y tan esperada carrera competitiva, Sadako sintió mareos por primera vez. Los mismos se tornaron más recurrentes y empeoraban con el tiempo, pero decidió ocultarlos por miedo a que le negaran la posibilidad de correr. Sin embargo, un día de invierno en el que el frío invadía cada rincón de Hiroshima, su cuerpo no le permitió seguir manteniendo su secreto, y luego de desvanecerse en el patio de su escuela, fue llevada al hospital dónde recibió la noticia más triste. Sufría de leucemia maligna causada por la radiación de la bomba atómica.
Su amiga, Chizucho, fue quién le contó acerca de Sembazuru, una leyenda japonesa en la que se cree que a quién doble mil grullas de origami (papiroflexia) se le será concedido un deseo. También le regalo la primera realizada en un papel de color dorado brillante. Colmada de esperanzas y anhelando poder curarse, Sadako comenzó a doblar grullas de papel corriendo para ganarle a su rival más difícil, el tiempo. No obstante, con el paso de los días comenzó a debilitarse a punto tal de no tener fuerzas para continuar plegando papel, deteniéndose en la grulla número 644.
Sadako Sasaki falleció el 25 de octubre de 1955, con doce años de edad. Sus amigos finalizaron las 356 grullas restantes, completando así las 1.000 que fueron enterradas junto a la niña.
En 1958 la estatua de Sadako sosteniendo una enorme grulla dorada fue inaugurada en el Parque de la Paz en Hiroshima. En la base de la misma se puede leer: “Este es nuestro grito, esta es nuestra plegaria. Paz en el mundo“.
La historia de Sadako me recuerda cuan crueles pueden ser las guerras, pero también me deja la esperanza que existe un mundo mejor, donde el cambio comienza con uno mismo. Cada gesto de amabilidad, generosidad, respeto, tolerancia en el día a día contribuirá en esta búsqueda de paz que queremos ver en el mundo.
¿Sabías que regalar grullas de papel se asocia con el hecho de querer desear salud, bienestar, felicidad y prosperidad?
Te invito a disfrutar plegando grullas para regalarte y regalarle a esas personas que quieras colmarl de buenos augurios.